¡Barcelona y la novela negra!
La tradición noir de la Barcelona que nunca aparecerá en una guía turística viene de lejos. Juli Vallmitjana (1873-1937) ya nos habló del mundo marginal de los gitanos barceloneses en sus novelas Sota Montjuïc (1908) o La Xava (1910), y Rafael Tasis (1906-1966) nos obsequió con La Biblia valenciana, escrita en 1944 en Paris, publicada en 1955 y ambientada en la Barcelona de la década de 1930. El comisario Jaume Vilagut y el periodista Francesc Caldes son los protagonistas del relato e inauguran la pareja de investigadores fijos en muchas series de novela negra y policíaca.
Manuel de Pedrolo (1918-1990), uno de los escritores catalanes más prolíficos, publicó la magistral Joc brut (1965) y fue el impulsor de “La Cua de Palla”, colección que de 1963 a 1970 difundió en catalán los clásicos de la novela negra. A Pedrolo le seguirían Jaume Fuster (1945-1998), autor de De mica en mica s’omple la pica (1972), sobre la evasión de capitales, protagonizada por Enric Vidal, antihéroe y vividor. La novela vendió más de 200.000 ejemplares.
Manuel Vázquez Montalbán (1939-2003) inició en 1974 la serie protagonizada por el detective Pepe Carvalho con Tatuaje. Las novelas de Carvalho, excomunista, exagente de la CIA y gastrónomo empedernido, se prolongaron hasta 2004, y son, a la vez, una crónica muy fidedigna de la Barcelona de la transición en los años 70 y 80. Y Francisco González Ledesma (1927) creó al desencantado comisario Ricardo Méndez, que recorre las calles de Poble Sec.
Muchos barrios de Barcelona se han incorporado paulatinamente a la novela negra que tiene como base de operaciones la capital catalana. El Raval (antiguo Barrio Chino) y el Paralelo fueron los primeros en apuntarse al noir barcelonés. Seguirían el Barrio Gótico, Las Ramblas y Poble Sec. Actualmente, los autores de novela negra barcelonesa han extendido el radio de acción a prácticamente toda la ciudad. Hablamos de, por ejemplo, Andreu Martín, con Sociedad Negra (ambientada en la calle Trafalgar de Barcelona y ciudades limítrofes) Jordi de Manuel, con su Mans lliures (2009), que recorre La Barceloneta; Jaume Benavente (1958) con Lluny d’aquí, en Horta; Pau Vidal (1967), con novelas situadas en el barrio de Gracia, o Teresa Solana (1962) que recrea los barrios altos de la ciudad, habitados por la alta burguesía barcelonesa.